Siempre me
emociono cuando la gran ballena azul se marcha del puerto con su barriga llena de coches y dos o tres cabecitas oscuras, sobre un buzo naranja, asoman por unas diminutas ventanas de la parte superior y responden agitando su mano cuando, desde la orilla, alguien comprende aún, el significado de un simple
Adioooooooossssss¡¡¡¡¡Foto : Silvia Ortiz de UrbinaPasajes UECC
1 comentario:
Modernas ballenas que esta vez no llevan a un Jonás.
Saludos. Me gustó lo del aludo a unos marineros desconocidos.
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